Un chorro de luz alegre me golpeó el rostro cuando abrí las ventanas. Tranquilo venía el mar, tranquilo estaba el cielo, y un aire tranquilo mecía las flores del jardín. Me sentía animosa, le debo haber sonreído a esa mañana llena de luz.

4 comentarios:

Kevin dijo...

Siempre sonreí, no prives al mundo de la hermosa sonrisa que tenés (y lo digo sin exagerar). :)

Anónimo dijo...

Siempre tenes que sonrreir, aunque la mañana no sea brillante y afuera se venga todo el chaparron..

todos merecen eso, y mas vos.


te amo cada dia un poco mas

Leandro dijo...

yo tambien quiero abrir mi ventana y ver el mar!!!. Beso.

Ah mi palabra de verificación fue

gdihu

Unknown dijo...

La risa es la prima hermana de la lágrima, solitaria hija del disgusto y la emoción.

Su reino gobierna las acciones de los beatos y sublimes.

Cerrarle la puerta es morir en las sombras de la desesperación.

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